Esta tarde he pasado por delante de unos chinos, y uno de los artículos que se exponían en su escaparate me ha llamado poderosamente la atención. Se trata de una rueda de hámster que se conecta al puerto USB de tu ordenador y que gira conforme tecleas; al parecer, más pulsaciones por minuto hacen al bichillo aumentar su velocidad.





Lo cierto es que no le veo ningún tipo de utilidad ni de gracia, si lo compré fue en un impulso consumista que se apoderó de mi cartera tan pronto como la encargada me dijo que costaba 4'95€. En fin, he pensado conectarlo y ver qué tal va para poder hacerle una review.

Uhm... bien, ya está conectado. Lo cierto es que resulta de lo más estúpido ver a esta alimaña correr emitiendo un más que artificial ruido de engranajes forzados cual si de un camión de tres toneladas marcha atrás en pendiente ascendente se tratase. Menuda mierda, cinco euros a la basura. Odio esto, siempre me pasa igual, y sin trabajo estoy como para ir tirando el dinero. Que estoy ya hasta los cojones de ir a las tiendas con billetes del Monopoly maquillaos, leche. ¡Pero qué asco de sociedad consumista! ¡Y ahora que si la crisis, que todo sube menos los sueldos! ¡¡Pero qué basura de existencia!! ¡¿Y tú que miras, maldita rata mecánica?!

¡¡CORRE, MAMÓN, CORRE!! 1243123ADAS DADASF ADAHFHADFGAJKY IAAAAAAAAAAAAA


Moraleja: todo en este mundo, por estúpido que parezca, tiene su utilidad. Nando acaba de encontrarle un sustituto ideal a su pelota antiestrés.

4 comentarios

  1. Homo libris // 20 de septiembre de 2009, 1:12  

    Jo, pues a mí me gusta... Le he visto la utilidad para el trabajo. Ponerlo encima de los ordenadores y saber así quien está trabajando y quién chateando. A velocidades medias o bajas, la gente trabaja. A altas velocidades, ya está hablando con la novia, los amigos, o escribiendo en el blog :D

    Saludos.

  2. BigWhoop // 22 de septiembre de 2009, 6:18  

    DIOS daría lo que fuera por tener un hamster como ese, aunque sólo fuera para poder gritar lo de "¡Corre, mamón, corre!" xDDDD

  3. mery_mery // 26 de septiembre de 2009, 4:56  

    xDDDDDD Brutalísimo. Yo lo último que compré en un chino, por puro instinto consumista, fue uno de los juguetes que más feliz me ha hecho hasta ahora, un pollo de goma, que no para de gritar a nada que lo tocas.

    Me produce una extraña felicidad ese sonido como de agonía, de muerte plástico-aviar...

    ^-^

  4. mery_mery // 26 de septiembre de 2009, 5:08  

    Por cierto, lo mejor de un hamster de cartón piedra... digo... de juguete, es que no molesta por las noches cuando por alguna causa bio-psicológica que desconozco, los hamsters intentan bajar esas lorzas dándole y dándole sin parar al SEFER o Simulador de Ejercicio Físico en Rueda, haciendo de tu (intento de) sueño un infierno sin parangón.

    Y ese es el motivo de que mi hamster pase las noches en el rellano de la escalera.