Recuerdo que cuando era pequeño siempre estaba el típico de la clase que se lo comía todo, desde los borradores hasta las ceras, pasando por pegamento, tiza y lápices. Nosotros lo admirábamos, le tirábamos el contenido de nuestros estuches como quien tira cacahuetes a los monos y pensábamos que de mayor sería el más grande y fuerte del pueblo.

Lo de aquel sacapuntas mal masticado fue una verdadera lástima.

El caso es que recuerdo (y esto es verídico) que la madre del chaval en cuestión llamó la atención a los profesores y les dijo que si el niño tenía hambre porque ya eran casi las 12 del mediodía, lo que no podían hacer era ponerle a pegar cosas con pegamento de barra porque "es pequeño y no sabe que eso no se come".

-Pero señora, si el otro día le pillamos a las 9 de la mañana mordiendo los marcos de las puertas...

En fin, supongo que hay gente para todo. El caso es que alguna madre sufridora que no conseguía que su hijo adicto al Pritt almorzara como un niño normal y corriente decidió inventar la mantequilla en barra. ¿No te gustaba el pegamento? Pues hale, ponte a untar tostadas, machote, que ya verás qué decepción cuando les pegues un bocao y no percibas esa agradable sensación de tener la lengua adherida al paladar.

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Bueno, como podéis comprobar, ya estoy de vuelta. Los exámenes han acabado y el lunes empiezo el nuevo curso, así que vuelta a la rutina... ¡y esperemos que ello me sirva para actualizar periódicamente!

Oh, y muchas gracias a los que me desearon suerte y preguntaron por mí durante mi ausencia :)

2 comentarios

  1. Azote ortográfico // 10 de septiembre de 2009, 3:14  

    Ay madre... Otra cosa no sé, pero cuando la criatura fuera al baño tras el atracón de Pritt, estoy segura de que eso no había escobilla de WC que lo aguantase...

  2. Homo libris // 10 de septiembre de 2009, 3:31  

    Yo era más de las gomas de borrar "de nata" (aquellas de MILAN tan exquisitas) y de las ciruelas verdes que cogíamos en alguna de las huertas cercanas al colegio (mi teoría es que hoy día los niños fuman muy pronto porque todo está construido alrededor de los colegios y los niños calman su estrés usando métodos menos saludables).

    Saludos.