Uhm, lo cierto es que llevo 15 minutos intentando encontrar la forma de escribir sobre esto, pero cada vez que intento ponerme acabo perdido en mis pensamientos intentando imaginar a qué clase de persona se le pudo ocurrir semejante invento, jojo.

Bien, centrémonos. Supongo que todos sabréis lo que es un podómetro, ¿no? Sí, hombre, aquel aparatito que uno se engancha a la zapatilla y que va registrando cada paso que das, para poder hacer una estimación al final del trayecto. Pues esto es lo mismo, pero en vez de en la zapatilla uno se lo coloca en la churra. Ya sabéis, una cenita romántica con la novia, una sesión de cine en la sala más vacía, que si 'ay, cuánto te quiero', que si 'ay, dame un besito', que si 'ay, cariño, que me estás clavando el móvil'... ¿el móvil? ¿No te lo habías dejado en casa?

Con el penómetro debidamente colocado, comienza la acción: descubre si tú no provienes del mono, sino del conejo, comprobando tu puntuación al acabar. Ya estoy imaginando las conversaciones al día siguiente con los amigachos:

-Ts, ts, mira la puntuación que conseguí ayer con la Jenny y aprende, chavalote.
-¡Joder! ¿Pero en urgencias qué le dijeron?

¿Qué? ¿Que se te ocurre otra utilidad para esto? ¡No me lo creo!

NOTA: y NO, una puntuación de 5 NO es normal.

3 comentarios

  1. Azote ortográfico // 27 de agosto de 2009, 2:57  

    Si es que cuando ya no saben qué inventar, cogen el anillo vibrador de Durex, le añaden un contador extraño y ¡hala!, a hundir la moral al personal. Que más que medir penes, seguro que acaba midiendo penas.

    Me encanta tu blog, ¡te sigo! Y contestado quedas acerca de la señora Etxebarria.

    Saludos.

  2. Airrel // 27 de agosto de 2009, 11:32  

    Hala que es esto hombre, me dejo de pasar por aquí un poco de tiempo y has metido entradas para dar y tomar xD
    Bueno pues ya iré mirando todas que seguro que merecen la pena :P

  3. Perséfone // 27 de agosto de 2009, 18:37  

    Jajajaja

    Los hombres y su pene...